La enfermedad de Huntington (EH) es una enfermedad neurodegenerativa, de origen genético y que sigue un patrón de herencia autosómica dominante. Ello significa, que solo las personas portadoras de la mutación genética que causa la EH desarrollarán la enfermedad y que sus descendientes tendrán un riesgo del 50% de haber heredado la mutación y de por tanto desarrollar la enfermedad en algún momento a lo largo de la vida.
La EH suele debutar alrededor de la media edad adulta, entre los 35 y 45 años de edad en forma de una progresiva instauración de síntomas motores, cognitivos y conductuales donde típicamente predominan movimientos involuntarios y problemas de equilibrio, deterioro del razonamiento, trastornos del estado de ánimo, de la motivación e irritabilidad.
A día de hoy, disponemos de un test genético a partir del cual podemos determinar con certeza si una persona a riesgo de desarrollar la enfermedad es portadora de la mutación. Entre otras opciones, Ello nos permite plantear distintas alternativas para garantizar una descendencia libre de la enfermedad.