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Enfermedad de Huntington

TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO

¿Qué es la enfermedad de Huntington?

La enfermedad de Huntington (EH) es una enfermedad neurodegenerativa, de origen genético y que sigue un patrón de herencia autosómica dominante. Ello significa, que solo las personas portadoras de la mutación genética que causa la EH desarrollarán la enfermedad y que sus descendientes tendrán un riesgo del 50% de haber heredado la mutación y de por tanto desarrollar la enfermedad en algún momento a lo largo de la vida.

La EH suele debutar alrededor de la media edad adulta, entre los 35 y 45 años de edad en forma de una progresiva instauración de síntomas motores, cognitivos y conductuales donde típicamente predominan movimientos involuntarios y problemas de equilibrio, deterioro del razonamiento, trastornos del estado de ánimo, de la motivación e irritabilidad.

A día de hoy, disponemos de un test genético a partir del cual podemos determinar con certeza si una persona a riesgo de desarrollar la enfermedad es portadora de la mutación. Entre otras opciones, Ello nos permite plantear distintas alternativas para garantizar una descendencia libre de la enfermedad.

¿Qué causa la enfermedad de Huntington?

La EH está causada por una mutación en el brazo corto del cromosoma 4 en el gen IT15 o HTT que codifica para una proteína denominada huntingtina. En este gen, existe una cadena de aminoácidos denominada CAG que en condiciones normales se repite entre 2 y 26 veces. En las personas que desarrollaran EH este número de repeticiones es superior a 36, existiendo una importante relación entre el número de repeticiones, la edad de inicio y la severidad de la enfermedad. Ello explica, que la EH pueda presentarse también en edad juvenil o infantil en personas que presentan más de 60 repeticiones CAG.

A pesar de que las personas portadoras de entre 27 y 35 repeticiones no desarrollaran la enfermedad, existe riesgo de que sus descendientes hereden un número de repeticiones mayor a 36, eso es, en rango patológico. Finalmente, a pesar de que el umbral patológico se sitúe en las 36 repeticiones, las personas que presentan entre 36 y 39 repeticiones generalmente desarrollan formas tardías de la EH.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Huntington y su tratamiento?

En la EH existe una compleja triada de síntomas motores, cognitivos y conductuales que progresan de manera muy variable entre pacientes pero que tienden a asociar un importante impacto sobre el nivel de independencia funcional.

Síntomas motores

Uno de los síntomas más distintivos de la EH son los movimientos involuntarios de extremidades, tronco y cara, también denominados “corea”. Con frecuencia los pacientes presentan torpeza, lentitud, posturas anormales o distonía, tics, dificultades en la marcha, rigidez y problemas de equilibrio. En las variantes juveniles de la EH, los movimientos coreicos resultan prácticamente inexistentes siendo más predominante la rigidez y las posturas distónicas.

Actualmente existen tratamientos sintomáticos que permiten una mejora significativa del control de los movimientos anormales a pesar de que estos tratamientos no ralentizan la progresión de la enfermedad.

Síntomas conductuales

En muchos casos, los síntomas conductuales preceden en varios años el inicio motor de la enfermedad. Cerca del 90% de los pacientes con EH presenta sintomatología depresiva y marcada desmotivación. Es también frecuente el cambio en la personalidad, con tendencia a la irritabilidad y enfado, conductas inapropiadas y pensamiento rígido. En algunos casos, predomina de manera muy notable sintomatología psicótica similar a la que vemos en los pacientes con esquizofrenia. Finalmente, muchos pacientes con EH presentan ideación suicida, siendo esta una de las principales causas de fallecimiento que asocia esta enfermedad.

El tratamiento de los síntomas conductuales que asocia la EH debe realizarse por parte de médicos especializados teniendo en cuenta las posibles interacciones de estos fármacos con los síntomas motores. Aun así, el manejo experto consigue en muchos casos una mejora significativa de muchos de los síntomas conductuales que asocia la enfermedad.

Síntomas cognitivos

El deterioro cognitivo progresivo es un síntoma inherente a la EH que progresa de manera variable pero que en la mayoría de los casos conduce a la demencia. Ya en etapas tempranas de la enfermedad predominan las dificultades en el razonamiento abstracto, la planificación, el mantenimiento de la atención y la memoria y un marcado enlentecimiento cognitivo. Una característica del deterioro cognitivo en la EH tiene que ver con las dificultades que muestran los pacientes comprendiendo las emociones que expresan los demás.

Actualmente, tal y como sucede con otras enfermedades neurodegenerativas que asocian trastornos cognitivos y demencia, no disponemos de tratamientos efectivos. A pesar de ello, la estimulación cognitiva temprana y el control farmacológico y no farmacológico de todos los síntomas que asocia la enfermedad ha demostrado ser eficaz minimizando el impacto del deterioro cognitivo.

Otros síntomas

La EH no solo ataca al sistema nervioso, sino que de algún modo afecta a todo el organismo. Por ello, habitualmente los pacientes afectados presentan una marcada pérdida de peso, problemas en la deglución, atragantamiento, dificultades en el habla o trastornos del sueño entre otros.

Las intervenciones nutricionales, la logopedia y la fisioterapia resultan en muchos casos necesarias y favorables para el manejo de estos síntomas.

¿Qué significa ser portador asintomático o persona a riesgo?

Todas las personas descendientes de un afecto de la EH tienen riesgo de haber heredado la mutación que da lugar a esta enfermedad. Ello define la condición de “persona a riesgo”. El proceso de toma de decisiones relativo a realizar o no el test predictivo que permite determinar si una persona porta el gen que da lugar a la EH representa un acontecimiento vital de gran trascendencia y estrés que debe realizarse con cautela y por parte de equipos especializados. El consejo genético ayuda a preparar a todas las partes durante la fase previa y posterior a la realización del test.

Cuando se confirma que una persona joven, sin síntomas, es portadora de la mutación ello define la condición de “portador asintomático”. Las personas portadoras de la mutación pueden y deben tener una vida completamente normal, existiendo la posibilidad de tener descendencia libre de la enfermedad.

¿Estudios actuales y futuros tratamientos para la enfermedad?

Durante los últimos años se ha avanzado de manera muy importante en el conocimiento de la EH y en el desarrollo de tratamientos dirigidos a neutralizar el producto resultante del gen defectuoso que causa la enfermedad. En este sentido, las terapias genéticas y de silenciamiento son a día de hoy una realidad en estudio que en pocos años podría dar lugar a u cambio importante en la forma en que entendemos y tratamos esta enfermedad.

Actualmente hay varios ensayos clínicos en curso en distintos hospitales alrededor del mundo donde se está probando la eficacia de este tipo de tratamientos.

Paralelamente, nadie olvida la necesidad de desarrollar mejores tratamientos para el manejo de los síntomas motores y conductuales que asocia la EH. En este sentido, existe actualmente un notable desarrollo de nuevos fármacos que se presentan como una posible alternativa a las terapias disponibles hasta fecha de hoy.

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